1. Ahorro de costos: la computación en la nube elimina la necesidad de grandes inversiones iniciales en hardware, software e infraestructura. Esto reduce costos, haciéndolo ideal para pequeñas y medianas empresas.

2. Escalabilidad: los servicios de computación en la nube se pueden ampliar o reducir según los requisitos comerciales, lo que reduce la necesidad de una infraestructura de TI interna que es costosa de mantener.

3. Confiabilidad: un proveedor confiable de servicios en la nube garantiza el máximo tiempo de actividad, por lo que no tendrá que preocuparse por fallas o tiempo de inactividad del sistema.

4. Accesibilidad: los servicios en la nube ofrecen acceso remoto a aplicaciones y datos desde cualquier lugar, en cualquier momento, con una conexión a Internet.

5. Colaboración: la nube facilita la colaboración fluida entre los empleados en todas las ubicaciones, lo que facilita el intercambio de datos y la colaboración en proyectos, lo que mejora la productividad.

6. Seguridad: los proveedores de la nube ofrecen medidas de protección de datos, como cifrado de extremo a extremo, autenticación de dos factores y monitoreo proactivo, lo que garantiza la seguridad de los datos.

7. Recuperación ante desastres: los proveedores de la nube ofrecen recuperación ante desastres como servicio (DRaaS), lo que permite a las empresas restaurar datos rápida y fácilmente en caso de pérdida o interrupción de datos, lo que minimiza el tiempo de inactividad y el impacto en el negocio.